Sé lo difícil que puede ser regresar al trabajo con un bebé pequeño que depende de nosotras. La preocupación de mantener la lactancia materna, junto con el estrés de adaptarse a un nuevo ritmo, puede ser abrumadora.
Sin embargo, con el apoyo adecuado y una buena planificación, puedes seguir ofreciendo los beneficios de la lactancia materna, que no solo fortalece el sistema inmunológico de tu bebé, sino que también crea un vínculo emocional profundo.
Con un plan claro y una red de apoyo sólida, es posible llevar adelante este proceso.
Aquí te presento un plan de acción para que puedas organizarte de manera efectiva en esta transición.
1. ¿Cómo puedes prepararte previamente al inicio del trabajo?
- Investiga y selecciona el cuidador o centro de cuido:
Investiga diferentes cuidadores o centros cercanos al trabajo o al hogar. Visita las instalaciones y entrevista a los cuidadores para asegurarte de que tienen experiencia y conocimientos en el manejo de leche materna. Consulta con otras madres que hayan utilizado sus servicios para obtener referencias confiables. - Crea un plan de extracción y almacenamiento:
Compra un extractor de leche de buena calidad y frascos o bolsas de almacenamiento. Practica la extracción en casa para identificar los mejores momentos del día para extraer leche. Establece un horario de extracción que funcione tanto en casa como en el trabajo, y asegúrate de tener suficientes recipientes para almacenar la leche.
2. ¿Cómo puedes organizar la rutina de lactancia y trabajo?
- Planifica la extracción y almacenamiento en el trabajo:
Asegúrate de extraer leche cada 3-4 horas durante tu jornada laboral para mantener la producción. Utiliza frascos o bolsas de almacenamiento etiquetadas con la fecha y hora de extracción. Guarda la leche en un refrigerador en el trabajo y transporta la leche en una nevera portátil cuando termines tu jornada. - Transporte la leche materna de manera segura:
Utiliza una nevera portátil con paquetes de gel refrigerante. Al final del día, transfiere la leche del refrigerador del trabajo a la nevera portátil para mantenerla fresca hasta que llegues a casa. Al llegar, transfiere la leche inmediatamente al refrigerador o congelador para mantener su calidad.
3. ¿Cómo puedes coordinar los horarios de alimentación y sueño del bebé?
- Organiza la alimentación del bebé:
Coordina con el cuidador o el centro de cuido para seguir un horario de alimentación que refleje el patrón de tu bebé en casa. Utiliza biberones con tetinas adecuadas para la edad de tu bebé, o considera alternativas como cucharas o tazas si deseas evitar la confusión tetina-pezón. - Maneja el sueño del bebé:
Establece una rutina consistente de siestas y sueño nocturno. Proporciona instrucciones detalladas al cuidador sobre los métodos que utilizas para arrullar al bebé y los horarios de siesta que sigues en casa.
4. ¿Cómo puedes mantener una comunicación y hacer ajustes continuos?
- Comunica eficazmente con el cuidador:
Lleva un registro diario donde el cuidador anote la cantidad de leche consumida, los horarios de alimentación y las siestas del bebé. Revisa este registro semanalmente para ajustar la rutina según las necesidades del bebé. - Adapta el plan según las necesidades del bebé y el trabajo:
A medida que tu bebé crece y sus necesidades cambian, ajusta el horario de alimentación, el número de extracciones y la cantidad de leche que envías. Si enfrentas desafíos, busca apoyo emocional en grupos de lactancia o asesoras especializadas.
5. ¿Cómo podrías crear un horario de alimentación y descanso para tu bebé cuando estés fuera de casa?
Cada bebé es único, con su propio ritmo de desarrollo y necesidades particulares. Por eso, como madre, es fundamental que aprendas a escuchar y observar a tu bebé, respetando su individualidad. La lactancia materna no solo alimenta, sino que también favorece el neurodesarrollo y el bienestar emocional. Expertos como Brazelton (1990) y Bowlby (1988) subrayan la importancia del vínculo temprano en el desarrollo psicoafectivo del bebé. Aquí te presento un plan de acción adaptado a cada etapa del desarrollo, para guiarte durante este periodo de transición al trabajo mientras mantienes la lactancia.
Ejemplo de plan de alimentación con leche materna extraída y descanso según la edad del bebé
Este plan de acción es solo una guía y debe ajustarse a las necesidades de tu bebé, garantizando una transición suave al entorno laboral sin comprometer su bienestar psicoafectivo y neurodesarrollo.
Recién nacidos (0-3 meses)
- Características psicoafectivas: En esta etapa, el vínculo con la madre es fundamental para el desarrollo del apego seguro. El contacto piel con piel y la lactancia frecuente ayudan a regular las emociones del bebé y a promover la sensación de seguridad y bienestar (Brazelton, 1990).
- Frecuencia de alimentación: A demanda, cada vez que el bebé lo desee. Esto refuerza la conexión afectiva y responde a las necesidades de crecimiento rápido del cerebro.
- Descanso recomendado: Varias siestas cortas durante el día, lo que es normal, ya que el sistema nervioso del bebé aún está inmaduro.
Bebés pequeños (4-6 meses)
- Características neurodesarrollo: A partir de los 4 meses, el bebé comienza a desarrollar una mayor consciencia del entorno y a establecer patrones de sueño más predecibles. El cerebro del bebé crece rápidamente, desarrollando la habilidad de reconocer caras y voces familiares (Gerhardt, 2004).
- Frecuencia de alimentación: Como mínimo cada 3-4 horas, en función de las señales del bebé. A esta edad, se va estabilizando un patrón de alimentación, pero la lactancia sigue siendo fundamental para el desarrollo cerebral.
- Introducción de sólidos: Puede comenzar a partir de los 6 meses, siguiendo las recomendaciones del pediatra. La lactancia sigue siendo una fuente importante de nutrientes.
- Descanso recomendado: Dos siestas más largas durante el día, ayudando al cerebro a consolidar nuevas conexiones neuronales.
Bebés más grandes (7-12 meses)
- Características psicoafectivas: En esta fase, el bebé desarrolla más independencia, pero el apego a la madre sigue siendo crucial para su desarrollo emocional. Bowlby (1988) describe esta etapa como el fortalecimiento de la base segura que le permite al bebé explorar su entorno.
- Frecuencia de alimentación: Como mínimo se recomienda cada 4 horas, manteniendo la lactancia para proporcionar apoyo inmunológico y emocional.
- Alimentación sólida: Aumentar gradualmente la cantidad de alimentos sólidos, complementando la lactancia materna.
- Descanso recomendado: Dos siestas más largas, una en la mañana y otra en la tarde, lo que ayuda en la consolidación de la memoria y el aprendizaje.
Espero que esta guía te sea útil y te brinde el apoyo necesario para disfrutar plenamente de tu lactancia.
Estoy aquí para ayudarte y acompañarte en este hermoso viaje.
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Dra. Marianela Hernández Chaves
Especialista en parto fisiológico y emergencias obstétricas
Especialista en lactancia materna
Educadora perinatal