La lactancia materna no tiene que doler.
En los últimos años se ha transmitido la falsa creencia que el proceso de amamantamiento es doloroso, sin embargo no debería ser así.
Entonces, ¿por qué una gran mayoría de mujeres han sufrido de dolor y tienen lesiones terribles en sus pezones al iniciar la lactancia? La respuesta en la mayoría de los casos es sencilla: tenemos una enorme falta de apoyo.
El amamantar a un bebé es una conducta que aprendemos la madres al observar a otras hacerlo y conforme vamos acoplándonos con nuestros hijos cuando llegan a este mundo.
Desde la antigüedad las mujeres con más experiencia han aconsejado y guiado a las nuevas madres, a vincularse con sus bebés para lograr el establecimiento de la lactancia; pues la supervivencia del bebé, ha dependido por milenios del proceso de amamantamiento.
Pero en los últimos años con la aparición de las primeras fórmulas infantiles y con la oportunidad que hemos tenido las mujeres de estudiar y trabajar fuera de casa, se ha perdido este apoyo social. Y la industria farmacéutica y de alimentos ha sacado provecho para desinformar a las madres, haciéndonos creer que es doloroso y difícil para que al final de cuentas puedan vendernos sus productos como una opción salvadora.
Es importante recordar que estamos perfectamente diseñadas para alimentar a nuestros bebés al pecho sin que esto sea un tormento. En la mayoría de los casos es doloroso porque la técnica de la madre para colocar al bebé y el agarre del mismo al pecho son inadecuados y realmente corrigiendo pequeños detalles podemos llegar a disfrutar plenamente de este maravilloso proceso.
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Dra. Marianela Hernández Chaves
Mamá & directora de Medilacta Asesores Especialistas
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