Cuando una mujer pierde a su bebé, sin importar en qué semana de gestación haya ocurrido, el impacto es profundo, real y desgarrador. El duelo perinatal, tantas veces silenciado o minimizado, es una experiencia de ruptura vital que afecta no solo a la madre, sino también al entorno familiar y profesional que la rodea. Como profesionales de la salud, estudiantes de ciencias médicas, psicología, enfermería, farmacia y otros campos vinculados al acompañamiento perinatal, tenemos la responsabilidad ética, emocional y profesional de mirar de frente este dolor, validarlo, y construir juntos una red de apoyo verdaderamente humana y respetuosa.
El vacío que duele: entender el duelo perinatal
Cada pérdida gestacional o perinatal es única. Puede ser una pérdida temprana, un parto sin vida, una muerte neonatal o una interrupción del embarazo por razones médicas. Pero en todos los casos, la madre ha creado un vínculo, una historia, una expectativa. Ese vínculo no depende del tamaño del bebé, de si su corazón llegó o no a latir fuera del útero. El dolor de esa pérdida no se mide en semanas de gestación. Y sin embargo, el sistema de salud, muchas veces, sí lo hace.
Comentarios como “aún eras muy poquitas semanas”, “ya tendrás otro”, “mejor que fue ahora y no más adelante”, lejos de consolar, hieren. Invisibilizan la experiencia emocional de una madre y una familia que ya se sentía completa con ese bebé. Es urgente una transformación del lenguaje y de las actitudes en todos los niveles de atención. La validación del duelo empieza con el respeto a la vivencia de quien lo transita, sin juicios ni escalas de legitimidad [1].
¿Cómo podemos acompañar desde nuestro rol?
1. A nivel hospitalario e institucional: repensar los espacios, los protocolos y las rutinas
Una de las prácticas más dolorosas que aún persisten en muchos hospitales es ubicar a las mujeres que han tenido una pérdida en las mismas habitaciones que madres que acaban de dar a luz a sus bebés vivos. Esta experiencia es traumática. Genera una herida adicional en un momento ya devastador. Urge la creación de espacios privados, silenciosos, respetuosos, donde el duelo pueda transitarse sin confrontaciones constantes con la maternidad ajena [2].
Se deben incorporar protocolos específicos de atención en duelo perinatal: acceso a acompañamiento psicológico desde el primer momento, posibilidad de despedirse del bebé, contacto piel con piel si la madre lo desea, toma de huellas, fotografías, rituales simbólicos que le permitan a la familia construir una narrativa significativa de esa experiencia. El duelo se sana mejor cuando se permite vivir [3].
2. El rol de los distintos profesionales: una mirada integral
- Médicos y enfermeras: su cercanía emocional y su capacidad de sostén pueden marcar una diferencia profunda. Acompañar sin prisa, validar el llanto, explicar con sensibilidad lo que ocurre. Su presencia puede convertirse en un ancla de humanidad en medio de la tormenta [4].
- Psicólogos y trabajadores sociales: no solo en el momento inmediato, sino también en el seguimiento. Es fundamental incluir el duelo perinatal en los programas de salud mental materna [5].
- Farmacéuticos: su rol va más allá de la dispensación de medicamentos. Pueden brindar información clara y empática sobre los tratamientos posibles para inhibir la lactancia si la madre así lo desea, o sobre cómo aliviar el dolor físico de la subida de la leche [6].
- Asesores en lactancia: la aparición de la leche tras una pérdida es una experiencia especialmente dolorosa. Muchas madres sienten que su cuerpo “no ha entendido” la muerte de su bebé. Acompañarlas implica ofrecer distintas opciones con sensibilidad y respeto. Algunas elegirán inhibir la lactancia con medicamentos como la cabergolina, otras preferirán métodos naturales como infusiones de salvia o menta, vendajes compresivos suaves, drenaje manual y disminución progresiva de estímulos. Y algunas querrán donar su leche como acto simbólico de amor y continuidad [7,8].
3. Cambios estructurales y de formación
El sistema de salud necesita una transformación profunda en la forma en que entiende y aborda el duelo perinatal. Esto incluye:
Incluir formación obligatoria en duelo perinatal en todas las carreras vinculadas a la salud [9].
Revisar los protocolos hospitalarios para adaptarlos a prácticas empáticas.
Crear redes interdisciplinarias que trabajen conjuntamente en la atención a estas familias.
Escuchar a las madres y familias: sus testimonios deben guiar las mejoras del sistema.
La dignidad del duelo
No hay duelo pequeño cuando se pierde un hijo. No hay consuelo fácil ni palabras suficientes. Pero sí hay actos de humanidad que pueden aliviar la carga. Mirar a los ojos, llamar al bebé por su nombre, decir “siento mucho tu pérdida”, ofrecer un espacio seguro, evitar la medicalización del silencio. Todo esto transforma el dolor en un duelo más digno, más acompañado.
Queridas y queridos colegas: sensibilizarse no es debilidad, es profundidad profesional. Ser empáticos no nos quita objetividad, nos vuelve más humanos. Cambiar el sistema comienza con un cambio de mirada. Y ese cambio empieza hoy, con cada una y cada uno de nosotros.
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Dra. Marianela Hernández Chaves
Especialista en parto fisiológico y emergencias obstétricas
Especialista en lactancia materna
Educadora perinatal
Referencias
1.Bianchi ERF. El dolor de la pérdida: duelo perinatal y acompañamiento. Rev Enferm. 2019;42(2):45-52.
2.Cacciatore J, DeFrain J. A practical response to perinatal loss: guidelines for health care practitioners. J Fam Nurs. 2005;11(4):351-367.
3.Worden JW. El tratamiento del duelo. Asesoramiento psicológico y terapia. Barcelona: Paidós; 2004.
4.Fernández I, Monforte-Royo C, Pérez M, Brandi T, Arantzamendi M. Acompañamiento en la pérdida perinatal: revisión narrativa. Enferm Clin. 2020;30(4):218-226.
5.Hutti MH, Armstrong DS, Myers JA. Healthcare utilization in the pregnancy loss population. J Obstet Gynecol Neonatal Nurs. 2011;40(1):81-91.
6.Royal College of Obstetricians and Gynaecologists. Management of breast symptoms in perinatal bereavement. RCOG Green-top Guideline No. 98. London: RCOG; 2016.
7.Sánchez-Ramos D, López-Medina IM. Lactancia tras la pérdida perinatal: opciones informadas para madres en duelo. Rev Mat Lact. 2021;39(1):34-42.
8.Human Milk Banking Association of North America. Guidelines for the Establishment and Operation of a Donor Human Milk Bank. 2015.
9.Fenwick J, Downie J, Skinner J. Educating student midwives about stillbirth: Impact on confidence about caring for women. Women Birth. 2013;26(1):18-23.