Para nadie es un secreto que las labores domésticas implican mucho trabajo y constancia para darle mantenimiento a las cosas básicas.
En los últimos años tanto las mamás como los papás trabajamos o estudiamos y hay muchas labores domésticas que han sido delegadas a personas de apoyo externas a la familia.
Con la situación actual del COVID19 y el aislamiento que muchas familias estamos viviendo, la organización, el trabajo en equipo y establecer algunas rutinas, pueden ser la clave para gozar de una convivencia armoniosa en tiempos de aislamiento.
Les propongo que se pueden reunir en familia y conversar incluso con los más peques de la casa para hacer un listado de las labores diarias y que cada integrante de la familia escoja que le gustaría hacer. Si hay labores que nadie desea realizar pues esas se pueden “rifar” entre los integrantes de la familia que estén capacitados para hacerla de acuerdo a su edad y la cantidad de responsabilidades que haya adquirido previamente.
Con los niños los roles de trabajo y horarios de aprendizaje se pueden adaptar a su conveniencia tomando en cuenta sus necesidades.
El Dr. Thomas Brazelton, uno de los pediatras más prestigiosos de América, escribió en 2005 un libro junto a Stanley Greenspan, un reconocido psiquiatra infantil, en el que quisieron plasmar las siete necesidades básicas e irreductibles de los niños:
- Necesidad de tener relaciones afectivas estables: los niños necesitan sentirse queridos y sentirse cuidados de manera constante.
- Protección física y seguridad: los niños necesitan un entorno que les proporcione protección del daño físico y psicológico.
- Experiencias acordes a las necesidades individuales: cada niño tiene un carácter y un temperamento único. Cada niño es un ser individual que debería ser tratado de ese modo.
- Experiencias apropiadas al nivel de desarrollo: los niños necesitan cuidados acordes a la etapa de desarrollo en la que se encuentran. Equilibrio entre juego y aprendizaje.
- Fijar límites, estructura y expectativas: como seres sociales que van a ser, viviendo dentro de una sociedad, los niños tienen que conocer las normas sociales. Disciplina positiva.
- Comunidades estables y continuidad cultural: los niños necesitan crecer en una comunidad estable en la que haya una continuidad de los valores familiares, del grupo de amigos y de la cultura. De igual modo necesitan darse cuenta de que se respeta la diversidad, para que ellos también la respeten.
- La protección del futuro: proteger el futuro de nuestros hijos y no sólo de los nuestros.
Es necesario que a la hora de fijar los roles se respete la opinión de los más pequeños y siempre haya una posibilidad que aprendizaje detrás de cada interacción.
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Dra. Marianela Hernández Chaves
Mamá & directora de Medilacta Asesores Especialistas